martes, 6 de julio de 2021

Antiparasitarios internos y externos para cachorros

Los cachorros necesitan desparasitación interna y externa desde las primeras semanas de vida. La desparasitación interna es la que actúa contra parásitos que se alojan en el interior del cuerpo del perro. Los más conocidos son los que popularmente se denominan lombrices o gusanos intestinales. Pero hay otros vermes que se localizan en el corazón, en el aparato respiratorio o incluso en los ojos. Consulta nuestro artículo sobre los GUSOCs, gusanos del ojo y del corazón, para más información.

Por otra parte, la desparasitación externa se dirige contra los parásitos presentes sobre el cuerpo del perro. Los más conocidos y extendidos son las pulgas y las garrapatas, pero, sobre todo en cachorros, también pueden aparecer ácaros causantes de sarna demodécica o sarcóptica. Además, hay que tener en cuenta que cada vez es más frecuente la presencia de flebotomos y mosquitos, que pican al perro y pueden transmitirle otros parásitos, como la Leishmania o el gusano del corazón, entre otros.

 

 

Es cierto que muchos perros parasitados tanto interna como externamente no desarrollan cuadros clínicos graves, sobre todo si ya son adultos y poseen un sistema inmunitario sano. Pero, en los cachorros, las parasitaciones intensas pueden resultar incluso mortales. Se trata de animales más vulnerables, ya que su sistema inmunitario todavía es inmaduro, que, cuando son atacados por parásitos, como por ejemplo los gusanos intestinales, pueden sufrir diarreas, vómitos, desnutrición, problemas de crecimiento, mal aspecto del pelo, anemia o incluso una obstrucción intestinal si hay una gran cantidad de gusanos que forman una bola en el sistema digestivo. En los casos más graves no es posible revertir la situación y el cachorro fallece.

 

 

Además de todos estos daños, como hemos comentado hay parásitos (ectoparásitos) que transmiten otros parásitos. Por ejemplo, las pulgas pueden transmitir al perro la tenia Dipylidium caninum. Los flebotomos transmiten leishmanias y los mosquitos el gusano del corazón. Por su parte, las garrapatas son transmisoras de enfermedades tan graves como la babesiosis, la ehrlichiosis, la anaplasmosis o la enfermedad de Lyme. Y recuerda que tanto los parásitos internos como los externos pueden afectar a otros animales, seres humanos incluidos. Los niños y las personas con el sistema inmunitario debilitado son el grupo de más riesgo. Un ejemplo es el gusano Toxocara canis, que produce una enfermedad en las personas llamada Síndrome de larva migrans.

 

 

Desparasitando no solo protegemos a nuestro perro, sino que rompemos el ciclo vital del parásito, con lo que impedimos su proliferación y la posibilidad de que afecte al resto de miembros de la familia. No hay que olvidar que asistimos a una expansión de las enfermedades parasitarias. Todos estos datos no dejan lugar a dudas de la importancia de la desparasitación durante toda la vida del perro.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario