Este nuevo deporte de moda se originó en Estados Unidos, donde ya se considera un deporte de culto para perros. No es de extrañar, pues es igual de divertido para los espectadores como para los saltadores. El perro salta lo más lejos posible desde una plataforma que está a sesenta centímetros de la superficie del agua. El compañero humano motiva al perro a saltar lanzándole un juguete. Mientras algunos perros valientes se lanzan en cuanto se arroja el juguete, otros cuadrúpedos necesitan un poco más de ánimo. Pero al final, casi todos los perros acaban lanzándose al agua. La valentía, una autoestima elevada y mucho orgullo, tanto para los perros como para sus compañeros humanos, están garantizados en esta competición, incluso cuando el salto no ha sido el mejor. Otro aspecto positivo de este deporte para perros es que es de bajo impacto para las articulaciones, lo que lo hace ideal para canes de todos los tamaños y edades. Solo aquellos peludos con miedo al agua no disfrutarán de esta actividad.
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